
Historia
Phanuel nació destinada a convertirse en un Malak (También conocido como ángel) al final de su vida como mortal. Sin embargo, dejó su faceta humana demasiado pronto. . .
Alexia, Graziel e Iris eran tres demonios bajo las órdenes de Duna. La misión de estos cuatro demonios que vivían camuflados entre la gente era simple: Conseguir tantas almas de humanos como pudiesen, obligándoles a hacer cosas horribles o simplemente consiguiendo que cayesen en la lujuria y pecados.
Los Malak, ya se dedicaban a luchar contra estas fuerzas del mal. Y también se encargaban de reclutar a posibles futuros ángeles.

Estos seres divinos, quisieron a Phanuel en sus líneas de batalla contra el mal. Era alguien realmente bueno y puro y podría convertirse en un ángel sin problema.
Los cuatro demonios se enteraron de los planes de los Malak, así que decidieron buscar a Phanuel, una joven muchacha de 17 años que llevaba una vida normal y corriente, y la engañaron para que matase una noche a sus padres y su hermano.
Phanuel obedeció con el mal en su interior, sin ser consciente de que era Iris la que había perturbado su mente. Aquella noche, quiso huir de la ciudad después de lo que había ocurrido. Hasta que llegó Nathael.
Nathael era un ser puro que emanaba tranquilidad y calma. Se acercó a Phanuel y le ofreció un trato; se convertiría en Malak sin esperar más tiempo y a cambio él retrocedería en el tiempo para conseguir evitar que la joven hiciese tal atrocidad.
Como cada mañana, Phanuel se despertó en su cama, y pensó que sólo había sido un mal sueño. Pero pronto se dio cuenta de que no era así. Nathael volvió a aparecer en su habitación y le recordó el trato que habían hecho.
A partir de aquel momento, Phanuel se convirtió en una joven aspirante a Ángel. Se dedicó a luchar contra los demonios y recuperar las almas que ellos querían corromper.
Sin embargo, la ira de los demonios, iba en aumento y querían convertir a Phanuel en un angel caído a toda costa. Aun así, ella no era tan fácil de engañar como lo habían sido otros Malak. Así que crearon un plan perverso que les aseguraría la victoria frente a Nathael.
Kellen, era un joven que había tenido una vida complicada. Su hermana, se había ido a estudiar lejos de casa, su padre tenía mil deudas con el juego y las apuestas y su madre, había decidido fugarse con su amante.
Alexia, acudió a casa de Kellen y le convenció para quemar el hogar con su madre dentro y de esta forma, asesinarla. A cambio, él se convertiría en un aspirante a demonio. Cegado por la ira y el odio, aceptó.
Desde aquel momento, vivió con Duna y los demás demonios, encargándose de almas fáciles de corromper.
Alexia y Duna, le explicaron quién era su próxima víctima… Phanuel. La misión era simple: Tenía que enamorar al ángel y mantener relaciones sexuales con ella. De esta forma, Kellen introduciría el mal en el interior de Phanuel y ella empezaría por sí sola a comportarse como un ser oscuro y a punto de caer en el pecado.
Los días y meses pasaron. Phanuel no era consciente de la verdadera identidad y propósitos de Kellen. Sin embargo, Nathael sí. Quizás lo más sencillo habría sido contarle a Phanuel la verdadera naturaleza de Kellen, pero no lo hizo. Quiso que ella se diese cuenta por sí misma de quién era él.
Kellen estaba destinado a convertirse en un demonio capaz de convertir todo lo bueno en malo. .
Phanuel seguía luchando contra los demonios y la oscuridad. Tratando de salvar tantas almas como fuese posible creyendo siempre en el arrepentimiento y en la esperanza. Sin embargo, no era consciente que su mayor enemigo, era Kellen.

Phanuel y Kellen, finalmente mantuvieron su primera relación sexual.
Y tal y como Alexia y Duna habían dicho, el mal, se instauró en el interior de Phanuel. Su destino estaba escrito. .
Pese a ser una de las mejores aspirantes a ángeles que había aparecido en mucho tiempo, se convertiría en un ángel caído.
La relación que empezó a mantener con sus amigos y sus padres, era fría y distante. Incluso capaz de herir a los que le rodeaban con sus palabras o gestos. Incluso Nathael dejó de aparecer a pesar de ser su mentor.
Alexia y Duna, ayudadas por Iris, quisieron entonces dar su golpe final. Iris se apareció a una mujer que estaba desesperada porque su marido tenía una
enfermedad grave y su esperanza de vida era muy corta. El demonio le propuso un trato: La vida de otra persona por la de su marido.
Sin embargo, esa otra persona, estaba ya elegida. Sería el hermano menor de Phanuel. La mujer, nerviosa e insegura, provocó el coma tras golpear con una pala la cabeza del pequeño. El momento de los demonios había llegado. Iris se apareció esta vez ante Phanuel. Le ofreció el bienestar de su hermano a cambio de que ella le arrebatase la vida al marido de la mujer.
Phanuel dudó, pero poco tardó en decidir que lo correcto era devolverle la vida as u hermano. Además, el mal que albergaba en su interior, le obligaba también a tomar aquella decisión. Aquella misma tarde, se acercó a la casa en la que estaba el matrimonio… Pero justo antes de entrar, recibió una llamada de su madre que le dijo que su hermano se había recuperado.
Phanuel se dio cuenta de lo que había estado a punto de hacer y empezó a vomitar todo el mal que había mantenido en su interior… Kellen, observó aquella escena escondido en un lateral de la casa con el cuchillo con el que había matado al marido de la mujer ensangrentado.
Ella se había salvado, pero Kellen se había convertido finalmente en un demonio por el amor que sentía hacia Phanuel. Y es que, cuando su fin era enamorar a la aprendiz de ángel, sin darse cuenta, él también se había enamorado. No quería ver caer a Phanuel y por eso prefirió sacrificarse a sí mismo… por ella.
Nathael se apareció una vez más antes Kellen. Le pidió entonces que le contase la verdad a Phanuel. Y esta vez, el ahora demonio, le hizo caso al Malak. Se reunió con la joven y le contó su verdadera naturaleza. Quiso alejarla de él para no hacerla más daño y para ello, en la historia utilizó palabras dolorosas y duras.
Kellen y Phanuel pelearon. Y cuando ella, tuvo opción de matar al demonio y acabar así con todo aquello decidió no hacerlo. Confió en que quizás, algún día Kellen se arrepentiría de todo el daño que le había causado… Y entonces, viviría preso de su propio dolor. Aquello sin duda, era mejor que la muerte.

Aquel día, Phanuel consiguió sus alas. Se convirtió en un ángel pleno. Empezó a pelear contra Alexia, Graziel, Iris y Duna… Y también contra Kellen, aunque éste, vivió enamorado de Phanuel todos los días de su vida.
Los demonios, por su parte, siguieron su propia labor de conseguir tantas almas como pudiesen. Hasta que Alexia, tuvo una vez más una brillante idea.
Durante meses, se hizo pasar por una humana interesada en formar una familia con un joven divorciado que tenía una hija. Él trabajaba en un laboratorio encargado de buscar curas a enfermedades que aún no las tenían.
Phanuel llevaba días soñando con el apocalipsis. Nathael trataba de entender sus sueños para saber qué era lo que estaba ocurriendo lo que estaba a punto de ocurrir.
Alexia se infiltró en el laboratorio en el que trabajaba su futuro marido. Tomó una muestra de una de las enfermedades más peligrosas y letales que tenía bajo su recaudo y la utilizó para enfermar a la hija.
Aquella enfermedad, era terriblemente contagiosa. Y con solo estar cerca de otra persona, bastaba para caer enfermo. Los síntomas eran terribles; dolores, fiebre y tos los primeros días. Pero si no se ponía un remedio pronto, acababas llorando lágrimas de sangre y finalmente llegaba la muerte.
Poco a poco empezó la pequeña a sentirse mal. Aun así, fue a una fiesta en la que contagió a la mayoría de los que ahí había. La epidemia ya había empezado.
Kellen, que sabía los planes de los demonios, se negó a ver tal atrocidad. Así que corrió a avisar a Phanuel de los planes de Alexia.
Gracias a aquel gesto, los ángeles pudieron luchar contra aquello y salvar todas las vidas de las personas que estaban ya contagiadas.
Kellen había llevado a cabo un acto bueno y puro sin esperar nada a cambio… Y aquello hizo que los ángeles superiores se reuniesen con él.
“Kellen. Has llevado a cabo un gesto lleno bondad. Podrás dejar de ser un demonio y convertirte en un ángel. Lucharás para combatir las fuerzas oscuras como uno de los nuestros… Pero no podemos evitar pasar por alto todas las almas que has corrompido. El amor ya no te puede redimir. Tu tiempo entre nosotros será limitado.”
Phanuel no podía aceptar aquello. Kellen sería un ángel. Pero no sería un ser inmortal. Suplicó a Nathael y los demás Malak que cambiasen aquello… Pero Kellen habló.
“Lo acepto. Phanuel… nunca soñé que volvería contigo, aunque sea por tiempo limitado”
“¿Pero por cuanto tiempo, Kellen?”
“Quién sabe. El que tengamos”
“¿Qué vamos a hacer?”
“Aprovechar cada momento. Cada instante y cada segundo que tengamos”
Y finalmente, Kellen y Phanuel se volvieron a unir… sin miedos, sin mentiras. Hasta que llegado el momento, Kellen desapareció con la luz infinita y se desvaneció de la tierra para brillar en el cielo para siempre.

[ La idea original pertenece a la serie de televisión "Ángel o Demonio" ]